Una casa con dos salones

Una pieza antigua o de herencia puede convertirse en un pequeño tesoro; pues bien, hoy quiero que conozcais el gran tesoro de mi clienta Purita, su casa.

Esta casa perteneció a su abuela, alguien muy especial en su vida. Después de una buena restauración, trabajo y esfuezo económico lo consiguió.

Ahora, Manolo y Purita viven y disfrutan de una casa ideal, situada en un valle con unas vistas incomparables. Con frecuencia, me comenta que cada estancia de ella evoca su pasado y consigue que esa persona tan especial que no está, en cierto modo siga estando.

Manolo mima y cuida este jardín todo lo que su trabajo le permite. Su gran novedad para este verano es esta pérgola, ideal para compartir con sus amigos y familia.

 

Al poco de inaugurar mi tienda, Purita me conoció y comenzó a contar conmigo para todo lo que os voy a enseñar a continuación.

Este es el salón principal,un espacio diáfano que comunica el acceso a la cocina, a una zona de lectura y ocio y a la planta de arriba.

Purita es una verdadera amante de los muebles auxiliares, y en base a eso decidimos crear diferentes ambiente con piezas pequeñas.

 



En estos espacios las diferentes piezas que veis son de Becara, Sia, Artisán y Marco Polo.



No puedo obviaros que en esta casa hagamos lo que hagamos siempre es una decoración a tres. La madre de Purita siempre forma parte de esas decisiones y lo cierto es que nunca se equivoca; Concha tiene una visión de la decoración importante.

Purita anhelaba un salón de reuniones familiares amplio y tiempo después aquí lo teneis. Un salón con dos zonas importantes, una de estar y otra de comer; y con una cocina integrada de obra.

Para las largas noches de invierno, una gran chimenea

En este salón contamos con una pieza de herencia regalo de una tía a la propietaria, todo lo demás pertenece, de forma íntegra, a La Tienda de Marta.

Siempre que visito esta casa me siento entre amigas; en fin, esta es una de esas casa que representa el espíritu de nuestra tierra.

Esperad! No puedo irme sin presentaros a Chusca, la eterna compañera de la propietaria y la que más disfruta del jardín en verano.