Un mundo ideal

Hola, ¿Cómo estáis?; ¿Creíais que nos habíamos olvidado de vosotras? Todo este tiempo, nuestra premura era regresar a nuestros posts, gracias a muchas de vosotras y vosotros, los compromisos laborales de este verano nos han impedido estar pendientes del blog; pues bien, aquí estamos de nuevo, la ilusión nos puede, la impaciencia también, lo tenemos todo en marcha! Así, intentaremos publicar regularmente, nuestras pretensiones es que sigáis ahí, queremos sorprenderos y cautivaros con nuestros trabajos y nuestros desvelos.

Hace unos meses, os enseñábamos en el blog "Érase una vez" , en él os contábamos que Carmela iba a hacer la Comunión y soñaba con un día especial... Walt Disney dijo una vez que "si tienes un sueño en tu corazón, y de verdad crees en el, corres el riesgo de que se convierta en realidad"; pues bien, Carmela y Martín soñaron con todo su corazón...y su sueño se hizo se hizo realidad!

Fue el 14 de septiembre, el día amaneció lluvioso pero Carmela y Martín relucían, se les veía un poco preocupados, pero en ese momento no podían imaginar lo que vendría después;  iban a hacer la Primera Comunión, tenía que ser un día perfecto! 

Ahí los tenéis, en la iglesia, Carmela con un pequeño bouquet en tonos pasteles, y Martín con una vela que portaba un pequeño aplique a juego con el bouquet de Carmela.

Para este día decidimos vestir la iglesia en tonos claros, una decoración sencilla con margarita, paniculata y unos acentos con rosa blanca. El punto más tierno lo ponían unos ataditos de rosas que iban colocados en los bancos en unos cuencos de cristal con un lazo rústico.

La misa terminó, el equipo de La Tienda de Marta los estábamos esperando, todo estaba rematado. Sería una sorpresa para ellos dos, no podían imaginar que la fiesta estaría basada en el mundo del circo, la idea era organizar una fiesta donde los amiguitos de Carmela y Martín pudiesen compartir la misma decoración, los mismos juegos, los mismos colores... El entorno era ideal, una gran superficie con un maizal de fondo impresionante... et voialà!

                       BENVIDOS Ó CIRCO DOS SOÑOS

Atentos, la función va a comenzar...

Desde el principio, tuve muy claro cuáles eran mis pretensiones en la organización de esta fiesta. La idea era plasmar todos los elementos de un circo dentro de la fiesta de estos niños, de forma que cuando llegaran a ella fueran capaces de trasladarse a una realidad paralela. Un ambiente de circo  no se puede concebir sin las caravanas, los payasos, los baúles, las maletas...y hasta el camerino de la trapecista!

Y aquí nos teneis, mi equipo y yo comenzamos las clases de costura, de pintura, de goma eva... en resumen, muuuuucho pegamento y muuuuuucha paciencia! Al principio, en mi caso, las ideas me desbordan, las niñas me escuchan atentamente y poco a poco conectan con mis ideas, así que cada una de nosotras se va adjudicando su parte del trabajo; fue infinito, pero tengo que contaros que a pesar de toda la inquietud y miedo que nos pudo generar el reto, el resultado fue gratificante; cada una de nosotras llegaba a la mañana siguiente y se metía de lleno en su tarea, fue un trabajo muy bonito, que nos transportaba cada día a nuestra niñez, la frase estrella en nuestro taller durante estos días solo era: "queremos volver a hacer la Primera Comunión".

En la entrada de la carpa los recibía el gigante Elisardo, que tenía preparados todos los aderezos para sacarse la foto de rigor, nadie podía irse sin inmortalizarse en este día tan especial en nuestro particular photocall.

Que os parece? Los niños ya habían echo su primera toma de contacto, pero la carpa del circo ya había abierto sus puertas y era la hora de comer! 

 En el banquete quisimos cuidar todos los detalles, preparamos unos manteles cuyo motivo eran los elefantes del circo, con un volante que daba una nota de color diferente a cada mesa; la vajilla era también diferente, elegimos vasos y pajitas de colores y servilletas dibujadas;  pero el toque más especial lo pusieron los divertidos centros que ideamos para presidirlas, una cara de payaso de forma elevada daba la bienvenida a los comensales de cada mesa cuya base estaba confeccionada con flores de colores. 

Acababan de llegar, había que sentarlos a comer, pero qué dificil... Lo último que les importaba en ese momento era la comida, sólo querían jugar y empezar a disfrutar de todas las cosas que habíamos preparado para ellos. En ese momento, entendí que lo habíamos conseguido, solo con mirarlos. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de todo lo que puede llegar a transmitir una mirada o una sonrisa, sus caras desprendían alegría, sorpresa, incluso nerviosismo... y lo mejor, el abrazo que me dieron Carmela y Martín; los abrazos hablan, el suyo me dijo "Gracias Marta, era justo lo que habíamos soñado".

Todavía quedaba mucho por descubrir y disfrutar, pero nuestro tiempo allí había terminado, era el momento de dejar paso a mi pequeño empresario, a mi hijo Nacho, que desde hace tres años decidió complementar a la Tienda de Marta con un servicio para este tipo de eventos, consistente en hinchables, animación y cuidado de los pequeños.

Ahora sólo nos queda enseñaros los demás elementos que compusieron el circo.

Cualquier trapecista que se precie necesita de un camerino para vestirse y maquillarse en una actuación de este calibre; pero no se vestiría Carmela sola, su armario estaba repleto de tutús, aros y coronas para todas sus invitadas. Esto era una locura...

Podéis juzgar vosotros mismos, lo que os decíamos, una auténtica locura! Se vistieron con los tutús, se pusieron las coronas, las pulseras y los collares; jugaron con los aros; se maquillaron, tenían hasta maquilladoras! No faltaba detalle.

Los amigos de Martín tuvieron también su propia sorpresa; para ellos fue muy fácil, pues todos tenían un hobbie común: el fútbol. Fueron agasajados con un traje de fútbol personalizado y además, al fondo de la finca los papás de Martín y Carmela prepararon un campo de fútbol para ellos. Se lo pasaron en grande!!

Al domador Martín, no le teníamos los leones, pero sí una bonita tómbola donde descubrir juegos de antaño y conseguir recompensas.

En todos los eventos suele haber un elemento estrella; os presentamos el de este...

La caravana, el furor de la fiesta, nadie se lo podía creer, mil preguntas a la vez: cómo la habíamos conseguido, cómo la habíamos decorado, cómo habíamos echo las cortinas... La verdad es que la veías y enseguida la integrabas en cualquier circo. Nos dio su trabajo... la pintamos, la empapelamos... en fin, la convertimos en lo que estáis viendo. Tuvo un éxito total, aunque los que más la disfrutaron fueron los más pequeños; está marcada por un montón de anécdotas, pero una de las más simpáticas para recordar es la de Carme, que lo suyo con la caravana fue amor a primera vista, repetía incesantemente "quero unha caravanita". 

Y llegó la hora de saltar! Todos a los hinchables...

Llegó la hora de las piñatas, otro elemento que destaca en nuestras comuniones; algo personal que un buen día, para intentar hacer una comunión diferente para mis hijos diseñé yo misma. Este día, los personajes que no podían faltar era el mítico payaso para Martín y una trapecista para Carmela.

Y ahora...la hora de la merienda! Una mesa de repleta de golosinas que fue un auténtico reclamo para todos!  Chuches, chuches y más chuches... Apetecibles verdad?

 Y ya va llegando la hora de despedirnos, pero antes queremos enseñaros un rinconcito muy especial: el baúl con la historia de Carmela y Martín.

 Pensamos que podía ser un ricón muy nostálgico donde sus padres, sus abuelos recordaran desde ese primer día hasta hoy, momentos llenos de alegría; la historia era muy sencilla, sus primeras fotos, sus primera risas, sus primeros pasos... y sus momentos los cuatro juntos, y hablamos de cuatro porque Carmela y Martín tienes dos hermanos, Armando y Pablo, compañeros de juegos, de risas, de peleas... que, por supuesto, también son protagonistas de su historia y de este baúl.

El 14de septiembre, Carmela y Martín sumaron un nuevo capítulo a su historia, un capítulo que creemos que  perdurará por siempre en su retina, en su memoria y en su corazón; por ello en La Tienda de Marta nos sentimos orgullosas y a la vez afortunadas de formar parte de su historia particular. 

No queremos despedirnos sin antes darle las gracias a Carmela y Martín y a sus papás por ayudarnos tanto y por ponérnoslo tan fácil. También queremos agradecerle a los demás niños que este año han hecho que La Tienda de Marta forme parte de su sueño y de un día tan especial, os los iremos enseñando!


¡Gracias por leernos! Un beso!