En blanco y rosa



Hola a todos! Antes de comenzar queremos disculparnos por haber tardado tanto en reaparecer... Pero que sepáis que tenemos una buena justificación! La temporada de eventos ha comenzado y llevamos unos fines de semana muy intensos.

Sin ir más lejos, hoy, en una bonita ermita de Serra de Outes, estuvimos con una pareja encantadora! El día ha sido agotador, pero lejos de estar cansadas, estamos ansiosas por enseñaros nuestro trabajo. 
Una iglesia en blanco y rosa, de la que se presume que lo sencillo no siempre es sinónimo de sobriedad, en esta caso lo sencillo ha ido a la par con la elegancia.

Además, hoy os queremos adentrar un poquito más en nuestra intimidad, y os vamos a enseñar el antes y el después, y el proceso de montaje.

Esperamos que os guste!!

Una vez que llegamos a la iglesia y descargamos todo el material, lo primero es acondicionar el espacio para colocar nuestros arreglos. Luego, llega la hora de repartir funciones, en este caso: Marta coloca flor y hace pequeños retoques, María y Alba se encargan de las alfombras y Albita "pequeña" de velas y pétalos.









Poco a poco, la iglesia va cogiendo color...







El propio día de la boda se ultiman los pequeños detalles y se colocan los exteriores.

He aquí el resultado! ¿Qué os parece?












Dentro todo está listo... es la hora de los exteriores.


















Los invitados empiezan a llegar, así que no nosotros tomamos posición para recibirlos, mientras a un tiempo esperamos la llegada de los novios.






Antes de despedirnos queremos dar gracias a los novios por su amabilidad, por sus adulaciones, por su sonrisa... Que seáis muy felices chicos, que, como decía Neruda, "el amor os salve de la vida". 

Nosotros nos vamos despidiendo; mañana tenemos una misión muy importante, debemos transportar a Carla al mundo de la ilusión y la fantasía, ya os enseñaremos en resultado!

Un beso!






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