Sonríen mientras se miran

Era una adolescente cuando la conocí. Compartía clase con mi hijo el mayor. Quién me iba a decir a mí, entonces, que contaría conmigo para preparar su boda!

Merce era una niña dulce, risueña, dicharachera... dinamismo puro! Apuntaba maneras... porque aquí la tenéis, aquella pequeña, hoy es "nuestra" reportera particular. Por ello, queremos pedirte permiso para hacer nuestro particular reportaje de tu gran día, sabemos que no vamos a hacerlo tan bien como tú, pero esperamos estar a la altura!

Merce y César se casaron en la iglesia de Vila de Cruces, a pesar de ser una iglesia pequeña tiene mucho encanto, su escalinata le da mucho protagonismo y las bóvedas de los laterales también.

Para ese día la novia y yo decidimos engalanar la iglesia y sus exteriores con una composición en tonos blancos, rosa, hortensia y mucha paniculata.

Ahora sí, todo está a punto de comenzar, en unos minutos recibiremos a los novios en directo!!

Se acerca un coche, Cesar y los pajes son los primeros en llegar... Están ideales, unos verdaderos muñecos!! Lucen unos trajes en tonos blancos y grises, portando cada uno de ellos un arreglo floral relacionado con la entrada y con la iglesia. Si no nos creéis... mirad, mirad!

Estamos observando que no falta detalle! Las niñas portan unas bonitas diademas también de paniculata.

Ellos, con unas bonitas bolas donde van engarzadas peonías, y ellas, a su vez, con unos delicados ramilletes.

Y por fin se acerca el momento más esperado, acaba de llegar el coche de la novia!! Sí, si, estamos seguros, es ella!

Preciosa, no esperábamos menos, en su línea: sobria, delicada. Y cómo no, con esa sonrisa a la que nos tiene acostumbrados. 

Compañeros, por favor, hacedme un hueco, necesito una bonita instantánea.

Merce comienza a hacer, de la mano de su padre, el paseíllo particular. Va camino al altar. Allí la está esperando César. Nosotros, unas reporteras intrépidas nos haremos un hueco para inmortalizar el " sí, quiero".

Unas bonitas bolas de paniculata flanquean la entrada a la iglesia. La tarde está de su parte, y esos bonitos lazos de organdí que las adornan se mecen con el aire, creando un efecto muy acogedor.

Merce ha llegado a la puerta de la iglesia, qué momento, César la mira sonriente, ella no ha perdido todavía la suya... Los invitados miran expectantes y la música suena. 

Dentro todo está en su sitio, unos bonitos centros vegetativos presiden el altar mayor, y una elegante guirnalda rodea la mesa del oficiante.

Y el momento más añorado se acaba de producir. Los dos juntos, en el altar. Nuestro sitio es privilegiado, no nos perdemos detalle! Sonríen mientras se miran, y no tienen que decirse ni una palabra. Es amor.

No podemos obviar el ramo de la novia, todavía no os habíamos hablado de él! Rebosa delicadeza, personalidad... Está muy de moda la peonía, pero en esta ocasión creemos que está integrado con otras flores que le aportan frescura y que a la vez lo hacen diferente. Juzgad vosotras mismas. 

Ya está, lo han dicho, se han dado el "Si". Mientras termina la ceremonia, aprovechamos para enseñaros los exteriores...

Qué vienen, qué vienen! todos los invitados preparados... Qué bonito... Y se hizo la lluvia de arroz y de pétalos!

Esto no puede quedar aquí, vamos a intentar reanudar nuestra conexión desde el restaurante al que se dirigen.

Vamos a seguirlos...

Ya estamos en el restaurante, mirad, están agasajando a sus mamás con un bonito detalle de La Tienda de Marta.

Y a sus amigas... ufff una réplica del ramo de la novia! 

Para los más pequeños...chuches de La Tienda de Marta

Hoy nuestra reportera particular, dejó su micrófono para portar el ramo de La Tienda de Marta. 

Tenemos que despedir nuestra conexión a los estudios centrales, pero no podemos despedirnos sin desearles a César y Merce que todos los momentos que os brinde la vida, sean especiales, al igual que vosotros.

Gracias por tener tanta paciencia para este equipo, que su único fin era poner nuestro granito de arena en un día tan especial para los dos. 

Merce, no cambies nunca, tu sonrisa te hace diferente, no la pierdas nunca; estoy segura que llevarás ese micrófono muy lejos. Los dos formaréis siempre parte de nuestra crónica sentimental.